El buen hacer a fuego lento 🔥
Hay sabores que son pura alegría, y nuestros choricillos fritos son uno de ellos. No es una ración cualquiera, es el aperitivo perfecto para abrir el apetito y compartir un buen rato, cocinado como lo haría tu madre para una celebración.
Elegimos los mejores choricillos oreados de las charcuterías de aquí, de Colmenar Viejo, de esos que tienen el punto justo de pimentón y curación.
Los freímos lentamente en su propio jugo, sin prisas, hasta que quedan dorados y crujientes por fuera. Justo al final, les añadimos un buen chorro de sidra natural que reduce y crea una salsa espectacular, con un toque dulce y ácido que te hará pedir más pan.
Servidos bien calientes en su cazuela de barro, son un bocado de pura tradición. Un plato hecho con el corazón y con el sabor inconfundible de los productos de nuestra gente. ¡Imposible resistirse!